¿Música en el ajedrez?
¡Si se supone que en el ajedrez nadie puede hacer el menor ruido! ¿Cómo espera éste loco que usemos nuestra inteligencia musical para jugar mejor al ajedrez?
Si esa es su reacción al leer este título, le felicito, es usted un ser humano normal. Cualquiera pensaría exactamente lo mismo. Sin embargo, sí hay una aplicación que podemos dar a esta capacidad de reconocer patrones musicales en lo que respecta a ser mejor ajedrecista. Y es muy sencilla: Si queremos mejorar nuestra capacidad de concentración, podemos probar estudiar en casa con música de fondo. Para mencionar un ejemplo notable, Botvinnik acostumbraba a escuchar música clásica mientras entrenaba.
Ese es un consejo bastante sencillo, pero puede ser muy útil, pues si podemos calcular variantes con ruido, probablemente lo podamos hacer mejor cuando no hay ruido, como idealmente en una partida de torneo.
Otra posible aplicación de esta inteligencia, tendiente más a ayudarnos con el trabajo de aperturas, es: Asignar un fondo musical único a cada apertura que estudiemos. Por ejemplo, escuchar flamenco mientras analizamos la apertura española, o "El lago de los cisnes" si nuestro estudio es la defensa Petrov. Suena loco, pero mientras más conexiones le demos a nuestro cerebro para tratar de familiarizarse con los detalles y las variantes de las aperturas o defensas que estudiemos, más cómodos nos sentiremos al jugarlas.
¡Ah‼ Por cierto, les recuerdo que el gran jugador francés Philidor fue también un consumado músico del siglo XVIII, y que el gran excampeón mundial Vassili Smyslov era un destacado tenor en la antigua Unión Soviética. Así que alguna extraña relación habrá entre música y ajedrez...
Bueno, ahi les dejo el consejo. ¡Música, maestro!
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