En mi humilde opinión, la inteligencia espacial es la más importante en un ajedrecista. Simplemente porque es la capacidad de ver las cosas antes de que sucedan, de imaginar la relación de las cosas y el manejo del espacio y el tiempo en ellas. ¿Cómo la ejercitamos? ¿Quiénes poseen ésta inteligencia en mayor medida al promedio? ¿En qué consiste esta inteligencia y cómo la podemos aplicar al ajedrez, mejorarla y ejercitarla? Aquí vienen las respuestas:
El ajedrez es geometría, dominar la relación de las piezas
Cuando nos enfrentamos a cualquier posición, hay algo que siempre encontraremos: que las piezas trazan líneas invisibles que siempre debemos tomar en cuenta. Es una lástima que sean invisibles, especialmente cuando se nos olvida que una pieza del enemigo también se mueve en línea recta y dejamos una pieza en el aire… Una persona con buena inteligencia espacial tiene “memoria de las posiciones”, y en su cerebro es más accesible dominar y recordar los matices geométricos de las estructuras.
La ventaja de espacio
Una prueba de lo básica que es ésta inteligencia en el ajedrez, especialmente en las aperturas, es el concepto de la ventaja de espacio. Saber identificar cuándo se tiene ventaja en este aspecto en una determinada posición es vital para reconocer el momento en que tenemos la iniciativa y debemos pasar al ataque. Para ello, la inteligencia espacial es una gran ayuda.
Es primordial para calcular bien
Es primordial para calcular bien
Sí, claro, ya sé que existe una inteligencia llamada lógico-matemática que a todas luces tiene una relación obvia con la acción de calcular, algo natural cuando de habla de números. Pero si consideramos que la inteligencia espacial es en gran parte la capacidad de imaginar las cosas antes de que sucedan, de ver el resultado final del acomodo de objetos (los arquitectos, decoradores, pintores o ingenieros la tienen bastante desarrollada), es claro que esta inteligencia es primordial para calcular correctamente, pues debemos hacer los cálculos sin mover las piezas. Si no tenemos claridad y orden al hacerlo, podemos cometer dolorosos errores…
Al cerrar los ojos no vemos las mismas piezas que el rival...
Al cerrar los ojos no vemos las mismas piezas que el rival...
Es un buen ejercicio para acostumbrar a nuestra mente a pensar de una manera distinta, no solamente viendo las piezas, sino recordando los patrones posicionales, o “chunks”, como se conocen en inglés. Estas son las pequeñas estructuras en las que se puede dividir una posición completa, como la formación de fiancheto por un lado, las torres centralizadas en las columnas de e y d, algún peón aislado o doblado, etc. Jugar a ciegas nos ayudará a grabar mejor en nuestra memoria las características únicas de cada esquema de juego, y así recordaremos mejor el curso de juego en la partida viva.
Un consejo del gran maestro canadiense Kevin Spraguett, candidato al título mundial en 1988: Mientras juegue una partida, pruebe analizar cerrando los ojos o dirigiendo la vista a un objeto lejano. A veces la mejor manera de encontrar una solución es encarar el problema desde un ángulo diferente...
GM armenio Levon Aronian |
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