12 de julio de 2009

¿POR QUÉ ME GUSTA EL AJEDREZ? (1) Es un mundo dentro del mundo

El genial escritor costarricense Rodolfo Arias escribió en la "Revista Dominical" en el 2001 un bello trabajo titulado "Por qué me gusta jugar ajedrez". Yo lo recorté y lo conservo con mucho cariño y admiración, por la capacidad del compatriota para describir los sentimientos que le inspira el noble juego. Este es el link para que lo lean y lo disfruten: http://www.nacion.com/dominical/2001/septiembre/02/dominical9.html



Ahora va mi versión de los hechos, el cómo y el porqué (si es que lo hay) me inicié en la adicción que te hace alucinar en blanco y negro...



Permítanme presentarme primero: Me llamo Jairo Núñez Valverde, soy un orgulloso costarricense que vino al mundo el 29 de junio de 1980. Mi padre, Willy Núñez Soto, oyó no sé dónde que el ajedrez era bueno para la inteligencia de los niños. Sinceramente, no recuerdo vivamente las lecciones de mi padre, ni a qué edad fueron, mas lo que sí recuerdo, y aún conservo, es el ejemplar del enorme (no sólo por su calidad, sino por su tamaño, mide casi un metro de altura) libro "Ajedrez para niños", de la famosa editorial barcelonesa Martínez Roca.

Como todos los niños de mi país, caí bajo el embrujo del futbol soccer, pero como era más tieso que lagarto enyesado, tuve que resignarme a buscar otra actividad para darle sentido a este pasatiempo que llamamos vida. Hasta que un día a un tío que vivió en La URSS por 10 años se le ocurrió la dichosa (¿?) idea de regalarme un bonito libro de un tal Panov llamado “Ajedrez Elemental”… Ni el crack me hubiera enganchado tan rápida y potentemente. Devoré ese libro como una ballena traga plancton, y desde ese momento quise conocer más de ese extraño y maravilloso juego, aunque había cosas en el libro que escapaban a la comprensión de un infante de 9 años de Hatillo, como algo llamado Renacimiento, un carajo con una capa blanca y algo marca Smyslov…

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