1 de octubre de 2014

DE VUELTA AL RUEDO...

Saludos, amigos ajedrecistas! Hoy les qUiero compartir algo que escribí hace poco pensando en las razones por las que a mis 34 años sigo practicando este hermoso deporte. Espero poder seguir publicando artículos más seguido de ahora en adelante. GENS UNA SUMUS!

Que por qué juego ajedrez? Bueno, para empezar podría mencionar que mi corazón late con emoción como lo hacía en mi niñez ante las múltiples variables y posibilidades que se despliegan ante mí en el tablero con cada jugada de mi adversario... Tener todavía esa pasión intacta es algo que me parece maravilloso.
Porque el ajedrez es una de la poquísimas cosas ante las cuales no he perdido mi capacidad de asombro, es más, nunca ha decrecido. Porque me permite llevar a mi intelecto, mi competitividad y mi voluntad al límite, y me enseña humildad con cada error tonto que cometo, o con cada jugada brillante que ni siquiera me pasa por la mente...
Y de cuando en cuando premia mi esfuerzo y dedicación con una batallada victoria, una elegante jugada e incluso con una derrota de esas que no lastiman el ego, porque dí lo mejor de mí, luchando con honor por la victoria, y el rival simplemente estuvo más atento y más exacto.
Gracias Señor, por inspirar a mi padre a enseñarme las reglas de tan noble juego a mis tiernos (y lejanos) 5 años! Aunque nunca seré un jugador profesional ni mucho menos, no me importa, pues el tener la posibilidad de practicarlo hasta el último de mis días es un premio más que suficiente...


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