Karpov y Topalov en su match de Varna, 1995
"No existen jóvenes ni viejos. Sólo existen buenos y malos". Esta es una de las frases favoritas de mi padre cuando llega a nuestra conversación el tema de que si la edad es punto de influencia en el éxito deportivo. El ajedrez es una disciplina en la que ésto se pone de manifiesto con mucho más peso que en las otras, al no tener el aspecto físico tanta preponderancia. Ejemplos de que aún se puede ser un rival peligroso después de los 35, sin importar la proliferación de jóvenes genios ayudados por "San Fritz", sobran: El campeón mundial Anand tiene 39 años, El campeón de
Otro soberbio ejemplo de que la edad no juega es la siguiente partida, del torneo de Linares 1994. Karpov era en ese entonces el campeón mundial "devaluado", al haber ganado el título FIDE ante el holandés Jan Timman un año antes. El campeón mundial "de verdad", pero no reconocido por
Por eso el torneo de Linares de 1994 fue muy esperado, al ser el primero en que participarían ambos campeones juntos. Al ver lo que hizo Karpov al joven Topalov (19 años) en ésta partida, y que la final del torneo ganó invicto y con
Disfrutemos y aprendamos de la mano de "Tolia"!
Después de ver esta demostración de Karpov, cuesta considerarlo como jugador únicamente posicional. Creo que tras la exhibición de Linares 94, ya no quedan dudas de que "Tolia" es uno de los mejores de la historia.
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