Esta partida la pongo en reconocimiento a 2 grandes jugadores modernos que hace 5 años hacían sus primeras armas como Grandes Maestros. Al momento de jugarse esta partida, el conductor de las blancas, el costarricense Alejandro Ramírez, estaba a sólo unos cuantos torneos más de lograr el título de Gran Maestro, el primero para Centroamérica. Y el muchacho que llevaba las negras, cuyo nombre de pila castellanizado es Magno, era ya GM: Un GM noruego que con un brillante estilo y el oportuno "empujoncito" del gran Garry Kasparov lograría irrumpir con fuerza de ciclón en la élite mundial y convertirse en el Número 1 del ranking mundial más joven de la historia a principios de año.
Disfrutemos de esta brava lucha, en el torneo B de Wijk aan Zee 2005, que no me atrevo a mancillar con mis comentarios. De por sí, sobran las palabras...
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